A lo largo de la corta pero muy fructífera historia de la moda, podemos apreciar las grandes creaciones de los maestros que nos han dejado su legado. Algunos han liberado a la mujer de sus ataduras, le han dado poder y presencia; otros, crearon las siluetas para envolver al cuerpo, que en su momento fueron consideradas como innovadoras y subversivas; otros, los más osados, lograron fusionar magistralmente el arte con la moda, creando piezas que se convirtieron en hitos y han dejado marcado nuestro espíritu. En la actualidad hay unos cuantos grandes que, gracias a sus proezas, han ganado ya un lugar en el selecto grupo de los inmortales de la moda. Y sólo un puñado están en vías de lograrlo.
Un par de holandeses empezaron a sorprender al mundo con sus creaciones hace ya una década, mezclando su creatividad y propuesta conceptual con una magnífica sastrería francesa y un dramatismo artístico sin igual. Rolf Snoeren y Viktor Horsting son los responsables de hacer piezas dignas de un pabellón de arte, que más allá de funcionar como una inanimada prenda de vestir, proponen una nueva forma de concebir al cuerpo, sus formas, y la manera en que debe de ser vestido. Año tras año, y temporada tras temporada, el dúo ofrece colecciones con un poderoso trasfondo filosófico que nos hace conscientes de que la moda no debe de ser vista, sino interpretada. En 1998, Viktor&Rolf presentó un show inspirado en las mutaciones del cuerpo tras haber estado expuesto a la radiación de una bomba atómica, creando nuevas e inusuales siluetas y explorando el tema de lo grotesco como reconcepción de lo estético. En 2004, en su One Woman Show, las prendas referían a la clásica elegancia del negro, con sus cortes precisos que enmarcaban la figura; también jugaron con la progresión de las prendas y su desprendimiento del cuerpo como si fuera una segunda piel, esto en una franca alusión a la alteridad. El imperfecto, la irregularidad y lo burdo, fueron premisas que se materializaron en algunas de las prendas del desfile No, del otoño del 2008, en donde se celebraba y exaltaba la belleza de lo que es normalmente considerado como “feo”; claro, sin descuidar en ningún momento ni el corte ni su impecable confección.
Viktor & Rolf es una marca que se ha consolidado en poco tiempo, haciéndose de un nombre y una propuesta reconocible e incuestionable; sus creadores han logrado incorporar elementos artísticos a los técnicos como pocos lo han hecho, y como de seguro pocos lo sabrán hacer. Temporada tras temporada, muchos esperamos sus siempre impredecibles y sorprendentes shows, y su genialidad nunca decepciona. Viktor&Rolf han dejado huella, y permanecerá plasmada por toda la eternidad.
JC Zanchez
Fotografías: cortesía website de Viktor & Rolf (viktor-rolf.com)
1 comentarios:
David
La primera vez que vi un desfile de V&R, me impresiono la maestria del corte, los colores sobrios, y la forma en que acentua la figura femenina de manera sensual y atractiva, pero ademas de todo ello, me encuentro con una consigna social, una propuesta, luego pude ver el desfile NO y quede igualmente impresionado, parece que van a la vanguardia no solo en telas y tendencia, tambien nos dan un mensaje, como el desfile virtual que presentaron por el azote de la crisis mundial, alertando a la gente de la moda sobre la vulnerabilidad de esta industria hoy en dia. Y la pauperizacion no solo en la manufactura tambien en los materiales. En lo personal son de mis favoritos.
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