Las mujeres vemos a las mujeres, y los hombres también lo hacen. No es ningún misterio. Entra una mujer a un lugar y nosotras, instintivamente competitivas, la observamos de pies a cabeza, la medimos con respecto a nosotras, y después le echamos un vistazo al caballero que va con ella. Bastan sólo unos segundos para tener la evaluación completa: si es guapa, bonita o atractiva; si va bien vestida; si hay algo que ella tiene que nosotras deseamos (como la bolsa soñada de Hermès o la cinturita de avispa) y, por último, si va bien acompañada. Lo atractivo que pueda ser el hombre que va a su lado será directamente proporcional al resultado de la evaluación previa. Me explico: si nos pareció una mujer estupenda, su pareja también será apreciada como tal. Si, por el contrario, dio la impresión de ser vulgar, la imagen de su galán se verá totalmente impregnada de ese mismo adjetivo. ¿Injusto? Desde luego, pero real.

La mujer también vende más en una portada. Cuando trabajé en People en Español hicimos la prueba de sacar a un hombre, y no importó lo famoso o atractivo de esa celebridad, las ventas bajaron. Y yo, terca como soy, le repetía a mi editor, un adorable jefe, por cierto, que nosotras estamos más interesadas en ver a una mujer que a un hombre, a menos de que se trate de un romance. Entonces y sólo entonces, hombre mata todo. O debería decir, el amor se impone. 
Al respecto, el otro día uno de mis colegas llegó incluso a afirmar que las mujeres nos enamoramos de nosotras mismas. Yo creo que no es para tanto. De hecho, dudo mucho que haya amor de por medio. La competencia entre mujeres es cruel y despiadada. Si fuéramos como los delfines, que no guardan secretos y todos sus compañeros de tanque se enteran de su opinión, sería intolerable la vida. Secretamente nos ensañamos con las bonitas y con las feas, con las presumidas igual que con las tímidas. Perdonamos a las amigas y a las hermanas, tal vez, pero las demás no se salvan. En esos juicios hay poca compasión y nada de lesbianismo, se los juro.
Esto que les cuento no me enorgullece. Como imagino que a los hombres tampoco les haría sentir bien reconocer que ellos están interesados en medir su poder con sus compañeros de género. Así es la naturaleza: enigmática e implacable. Pero hay que tomarla en cuenta, ignorarla no nos lleva a ningún lado; en cambio, conocerla y explorarla puede darnos algunos ángulos reveladores, incluso en el campo de la moda.

Lucy Lara

Fotografías: Luca Lazzari
Arte Couture
A lo largo de la corta pero muy fructífera historia de la moda, podemos apreciar las grandes creaciones de los maestros que nos han dejado su legado. Algunos han liberado a la mujer de sus ataduras, le han dado poder y presencia; otros, crearon las siluetas para envolver al cuerpo, que en su momento fueron consideradas como innovadoras y subversivas; otros, los más osados, lograron fusionar magistralmente el arte con la moda, creando piezas que se convirtieron en hitos y han dejado marcado nuestro espíritu. En la actualidad hay unos cuantos grandes que, gracias a sus proezas, han ganado ya un lugar en el selecto grupo de los inmortales de la moda. Y sólo un puñado están en vías de lograrlo. 
          
Un par de holandeses empezaron a sorprender al mundo con sus creaciones hace ya una década, mezclando su creatividad y propuesta conceptual con una magnífica sastrería francesa y un dramatismo artístico sin igual. Rolf Snoeren y Viktor Horsting son los responsables de hacer piezas dignas de un pabellón de arte, que más allá de funcionar como una inanimada prenda de vestir, proponen una nueva forma de concebir al cuerpo, sus formas, y la manera en que debe de ser vestido. Año tras año, y temporada tras temporada, el dúo ofrece colecciones con un poderoso trasfondo filosófico que nos hace conscientes de que la moda no debe de ser vista, sino interpretada. En 1998, Viktor&Rolf presentó un show inspirado en las mutaciones del cuerpo tras haber estado expuesto a la radiación de una bomba atómica, creando nuevas e inusuales siluetas y explorando el tema de lo grotesco como reconcepción de lo estético. En 2004, en su One Woman Show, las prendas referían a la clásica elegancia del negro, con sus cortes precisos que enmarcaban la figura; también jugaron con la progresión de las prendas y su desprendimiento del cuerpo como si fuera una segunda piel, esto en una franca alusión a la alteridad. El imperfecto, la irregularidad y lo burdo, fueron premisas que se materializaron en algunas de las prendas del desfile No, del otoño del 2008, en donde se celebraba y exaltaba la belleza de lo que es normalmente considerado como “feo”; claro, sin descuidar en ningún momento ni el corte ni su impecable confección.

Viktor & Rolf es una marca que se ha consolidado en poco tiempo, haciéndose de un nombre y una propuesta reconocible e incuestionable; sus creadores han logrado incorporar elementos artísticos a los técnicos como pocos lo han hecho, y como de seguro pocos lo sabrán hacer. Temporada tras temporada, muchos esperamos sus siempre impredecibles y sorprendentes shows, y su genialidad nunca decepciona. Viktor&Rolf han dejado huella, y permanecerá plasmada por toda la eternidad.
JC Zanchez

Fotografías: cortesía website de Viktor & Rolf (viktor-rolf.com)
Curvilicious
Hace no mucho tiempo vi un programa especial de detrás del escenario del tradicional desfile de Victoria’s Secret. Era sobre un concurso en el que miles de chavitas (modelos)  aspiraban a ser un ángel de esta prestigiosa marca. Presentaban todos los retos que tenían que pasar, entre ellos el de ponerlas frente a un espejo y preguntarles qué parte es la que menos les gusta del cuerpo. En lo que contestaban, yo pensaba: “Es imposible que algo no les guste, piernas de dos metros, cinturas mínimas, bronceados perfectos… Qué les puedo decir”. Gracias a Dios, la respuesta fue: “Ninguna, todo me gusta”. Me pareció inteligente respuesta (más le valía).

A pesar de que la publicidad, la tele y algunas revistas nos han hecho pensar en un solo tipo de cuerpo perfecto, sabemos que eso es mentira. Si estamos en un momento en el que regresar a los básicos es necesario, hablando de ecología, ¿por qué no hacer lo mismo con la moda? Revertir el efecto de los cuerpos ultradelgados y volver a los cuerpos con curvas. Como el planeta pide un respiro, también lo exige esta industria, en la que, al tener tanta difusión, es necesario generar imágenes reales de personas de carne y hueso. Durante muchas décadas, los cuerpos con curvas se consideraron atractivos, de pronto la moda dio un giro y parece que ahora entre más huesos, mejor. Por suerte, marcas como JP Gaultier y Prada se han dado cuenta del daño que crean, no sólo a las modelos, sino también a los espectadores. 

Se dice que la moda es cíclica, es decir, que si la tendencia son los tacones altos, cada día serán más y más altos hasta que sean lo más alto posible, entonces regresaremos a los ‘flats’. Los cuerpos han llegado a un extremo, las demandas por cuerpos raquíticos deben bajar y empezar a promover todo tipo de cuerpos. 

Al final, hay de todo y para todos, el chiste es sentirnos bien con nosotros mismos y proyectarlo a los demás. Aprender a vestirnos para destacar nuestros mejores atributos y apoyar este cambio, que lleva mucho tiempo y muchos intentos. Seguir ejemplos como Scarlett Johansson o esperemos que esta vez sea la vencida.
Natalia

Fotografía: Luca Lazzari
Álter, ¿yo?
¿Se imaginan qué pasaría si todos en el mundo vistieran como cuando el régimen maoísta uniformó a todo un país con chaquetas y pantalones de corte holgado y colores deslavados que no hacían distinción entre los resignados portadores? Para empezar, todo el conocimiento humano y su evolución serían convertidos en menos que inservibles, no habría diferencia cultural, étnica o folclórica entre ninguna nación y los individuos dejarían de ser únicos y originales para convertirse en masa. Sé que esta idea suena bastante fatalista, inimaginable e incluso absurda, pero lo que trato de ilustrar con esto es que, hoy más que nunca, debemos luchar por una identidad. 
El gusto por lo extranjero nos acecha, nos hace creer que es mejor y único, forma parte de nuestras vidas y muestra más visible no hay que la de salir un domingo a dar una vuelta por la ciudad a ver desfilar a cientos con sus camisas y suéteres blandiendo el monograma de la A y la F, sintiendo que, por usarlos, son parte de un club de elite. Hordas corren a nuestro vecino del norte en cualquier fin de semana para hacer sus compras de la temporada y abarrotar sus clósets de las novedades angloamericanas. Pero si miles o al menos cientos son los que usan dicha indumentaria, ¿no creen que en lugar de ser una pieza de distinción se convierte en un uniforme totalizador? A mí me parece que sí. Y no está mal utilizar marcas extranjeras dirigidas a las masas, sólo no hay que abusar de ellas. Además, hay que recordar que de nuestro país están emergiendo grandiosos talentos que ofrecen sus creaciones a todo aquel que las busque. 
Espero que ustedes como INFASHIONISTAS le den a su atuendo al menos un toque de distinción, algo que los haga ser diferenciados del resto, algo que los evidencie como únicos e inigualables. No sugiero que vayan por sus vidas diarias vestidos con un atuendo extravagante y estrafalario, que les resulte en ser confundidos con estrella de circo; sólo que se tomen el tiempo de poder decirle al mundo sin hablar lo especiales, creativos y diferentes que son. 
Atrévanse a exponer sus cualidades, vístanse para la ocasión y jueguen con las identidades, usen accesorios que los fundan con su entorno y hagan sobresalir de la masa. No hay mejor día que hoy para decir quién y cómo son.

JC ZÁNCHEZ

Fotografía: Luca Lazzari

¡Hoy lunes 22 y mañana martes 23 de Marzo!


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Desfiles en IDM
Otoño/Invierno 2010
Zamarripa
Veneno en la piel
Veneno en la piel
Veneno en la piel
Daniel Andrade
Tamara Lau
Sin miedo a la vida

Hasta hace unos días, cuando pensaba en Tom Ford, inevitablemente me preguntaba: antes de que nazcamos, ¿se hará un sorteo en el que se decida con qué cualidades libraremos el día a día una vez que lleguemos a la Tierra? Porque, de ser así, él se habría sacado todos los premios, bonos y acumulados que había. Si no, ¿de qué otra forma nos podríamos explicar que alguien fuera tan guapo, talentoso (y en tantas áreas), carismático, visionario, exitoso y un enorme e interminable etcétera? La pregunta se intensificó el domingo pasado al verlo caminar por la alfombra roja, como siempre, impecable y con un estilo y una seguridad que hacían que todas las demás celebridades que habían pasado meses planeando su look para la gran noche prácticamente desaparecieran. Cuando el conductor del programa le preguntó el nombre del diseñador de su atuendo, con la imponente seguridad que lo caracteriza, el guapísimo tejano contestó: Tom Ford. 


En serio, ¿quién más que él podría haber asistido a la ceremonia vistiendo su propia marca, que también fue elegida para la ocasión por los conductores del evento debido a que su primera película posiblemente podía llevarse una estatuilla esa noche? Reflexionando acerca de la respuesta también me di cuenta de que entre su larga lista de cualidades hay una que destaca: la carencia de miedo que tiene para cumplir sus sueños y la seguridad con la que sabe que va a verlos realizados. No le importó abandonar la seguridad que le daba su tan exitosa carrera en la moda para comenzar desde cero una en la industria fílmica, bajo los pronósticos generales de que como cineasta iba a ser muy buen diseñador. Él mismo financió la película que tantos predijeron iba a ser un fracaso y que hoy tantas satisfacciones le ha dado. Siempre ha sido así: hizo caso omiso a la controversia que levantaron los sensuales anuncios que ideó para Gucci en los noventa y con el mismo aplomo dejó la marca después de trabajar 14 años en ella y haber reinventado la sensualidad y el humor de la moda y de toda una década alrededor del mundo. El 24 de febrero de 2004, el día de su último desfile como director creativo de la marca italiana, caminó por la pasarela enfundado en un traje de gala negro y una gardenia en la solapa, esbozando una sonrisa que mostraba su satisfacción y orgullo por los logros acumulados y que adivinaba los futuros, mientras el público derramaba lágrimas de emoción. La caminata emotiva estuvo acompañada de la canción “Free”, de Ultra Naté, que habla acerca de tomar la vida por los cuernos, de liberarnos y hacer con ella lo que realmente queramos.


El que Ford sea así no debe extrañarnos, ya que alguna vez declaró que cuando era niño quería ser famoso, vivir en una gran ciudad y tener una vida fabulosa, a lo que agregó: “Todo lo que he hecho toda mi vida es cumplir mi destino”. La película de Ford no ganó ningún premio esa noche, pero, desde mucho antes, él ya había ganado la satisfacción de saber que éste era sólo un pequeño paso en la realización de un gran objetivo. Esa actitud es la que lo ha convertido en el mejor en cualquier campo en el que ha decidido desarrollarse. Siempre he admirado enormemente al diseñador, pero ahora la canción que eligió para despedirse de Gucci se ha vuelto una de mis favoritas y su visión de la vida me ha hecho admirar al hombre y se ha vuelto una inspiración para diariamente cumplir mi destino y, a la vez, disfrutar el camino sin temer los retos que se puedan presentar o las seguridades de las que en ocasiones nos tenemos que desprender. Hay que sumergirnos en las aguas más profundas de la vida aun cuando antes de hacerlo no podamos ver lo que hay en el fondo, ya que, probablemente, lo que encontraremos ahí superará nuestras más grandes expectativas.
It’s your life whatcha gonna do
Make that change let’s start today
Get outta bed get on your way
Don’t be scared your dream’s right there
You want it reach for it
’cause you’re free
To do what you want to do
You’ve got to live your life
Do what you want to do
                     Ultra Naté (Free)

Ariadne
Réquiem 

Estampados digitales. Ambiente de luto y ópera de fondo. Pasado y futuro convergiendo en el desfile póstumo de Alexander McQueen.

Llevada a cabo en uno de los salones de la sede de Françoise Pinault, la última colección de McQueen fue presentada ante un selecto grupo de editores y coordinadores de moda. Constituida por 15 looks trabajados durante los meses anteriores a su muerte, McQueen continuó el juego estético de temporadas pasadas: un mix de referencias históricas y futuras, casi académicas, en siluetas de telas rígidas brocadas y drapeadas. Peinados mohicanos, algunos con plumas doradas recordando los cascos de guerra romanos, echaron a andar la imaginación: ángeles y libertad; osamentas y muerte. Rojo, negro, oro y pasteles.

Si el desfile de Primavera 2010 nos mostró la forma física del humano del futuro (el supuesto destino de la evolución humana), el día de hoy nos condujo a su mente: refinada y ecléctica, observadora, nostálgica de los orígenes de la cultura –esa misma nostalgia que la mayoría de nosotros sentimos al pensar en él–. Mi piel se erizó al ver las imágenes de su colección: composiciones retro-futuristas, barrocas y, al mismo tiempo, high-tech, contándonos el cuento de la historia del futuro, como si toda la civilización se encontrara escrita en el bajo y el frente de los vestidos.

Dicen los de PPR que la marca seguirá adelante, como un eterno recordatorio del genio y la astucia de Alexander McQueen. La verdad es que yo nunca volveré a sentir lo mismo.


Alberto Villar


Fotografías:Christopher Moore cortesía de Alexander McQueen vía Style.com
Young Fashion in Motion Mexico (YFMM)

Dos profesores de Central Saint Martins de Londres, una de las mejores escuelas de moda del mundo, ofrecerán dos cursos relacionados con el diseño de moda, su promoción y mercadeo. 
Además de ser renombrados maestros de Saint Martins, han trabajado para Alberta Ferretti, ERDEM, Dexter Wong, entre otras firmas.
Esto es gracias a la iniciativa de Young Fashion in Motion Mexico, en sus talleres de primavera 2010. 
La información de los cursos es la siguiente:
Fashion Design and Marketing, impartido por Ian KettleFashion 
El objetivo es tener una idea clara de quiénes deberían ser tus clientes, de dónde deberían estar en venta tus productos y los pasos básicos, desde el diseño a la venta de una colección, incluyendo prensa y relaciones públicas, además de cómo obtener la atención de los medios importantes. Se investigará qué hacen las personas que alcanzaron el éxito, juntando información sobre colores, telas, precios, diseño y venta. También se diseñará una pequeña colección (capsule collection) junto con su plan de promoción.
Editorial and Promotion impartido por Dean Sidaway
En este curso se estudiará el crecimiento de la industria editorial de la moda y el surgimiento de las publicaciones independientes en los últimos 10 años. Asimismo, se analizarán los gráficos y diseño editorial de las revistas, los diferentes roles dentro de la mismas, cómo generan dinero y cómo enfocan su audiencia.
Se trabajará en pequeños grupos para desarrollar un concepto de revista comercialmente viable, que incluirá la creación de un título, una misión, una identidad visual y una idea del contenido. En complemento, se hará una retroalimentación entre los asistentes y el tutor. 
Fechas: 5 al 9 de abril de 2010
Horarios: 10:00 a.m.–4:00 p.m.
Costo: $8,500. 
Lugar: Ámsterdam, col. Condesa
Informes: ali@yfmm.com.mx
Son dos cursos, pero debes escoger uno, ya que se impartirán en el mismo horario.
Coldplay
El sábado antepasado fui al concierto de Coldplay que, sin lugar a dudas, ya es, hoy por hoy, una de las bandas más reconocidas (y buenas) a nivel mundial.
Abrió el concierto Bat for Lashes, una británica con un estilo musical y de moda muy particular. Siempre he creído que los grupos musicales deben tener una congruencia en todos los sentidos. No pueden tocar música fresísima y vestirse punk (Belinda/Moderatto). Ella lo hace perfectamente, ya que trae una propuesta de rock medio hippie o más bien alternativa y por supuesto que su ropa lo refleja de maravilla: amante de las banditas en la cabeza, sombreros superlocochones y vestidos únicos. 
Pero, en fin, más bien quería hablar sobre el concierto, que, aunque lo vi en la pantalla, pues, ¿qué tan poco fashion es ir a un concierto de rock en tacones? Mis respetos para los Coldplay, lograron cambiar el mood medio depresivo causado por Bat for Lashes, por uno lleno de vida, diversión y más que nada emoción. Escuchar a Chris Martin cantando “Fix You” o “The Hardest Part” (que por alguna extraña razón se la dedicó a Frida Kahlo) le puso a más de uno la piel chinita. Lanzaron pelotas amarillas mientras coreábamos “Yellow” y, casi al final, dejaron caer millones de mariposas de papel. Interesados en decir una que otra cosa en español y hacernos sentir como un público hiperespecial, como sin duda somos los mexicanos. 
Una razón más para tenerle envidia a Gwyneth Paltrow… Para los que fuimos, una experiencia inolvidable, y para los que no, ojalá puedan verlos algún día; vale la pena.
Natalia
Trista
Alberto F. Villar
Kris Goyri
Resort 2010
Kris Goyri al final del desfile
Alberto F. Villar
Cherry Project
Jonathan Morales el diseñador de la marca.
Alberto F. Villar

Te amo
Christian Chávez vistiendo Te amo

Alberto F. Villar

Guilty pleasures
Creo que existe en la vida algo que nos define aún más que nuestras adicciones y preferencias, que revela nuestra verdadera personalidad y nos otorga una sonrisa entre labios y un sonrojo penoso; éstos son nada más y nada menos que los gustos culposos. Son esas pequeñas cosas que haces cuando nadie te está viendo y que, si por error alguien te descubriera, harías todo lo posible por justificarte de una manera u otra. Un gusto culpable es aquel que haces a solas, que no es moralmente correcto y que definitivamente no es nada fashion.
Gracias a que estoy de buen humor les compartiré algunos de mis placeres ocultos y, sin decir nombres, “ventanearé” a dos que tres amigos y compañeros de trabajo.


Si se sienten identificados no se preocupen, hasta los infashionistas tenemos nuestros defectos. 
1. Leer la Tvynovelas en la cola del súper
Sí, no digan que no lo han hecho, todos hemos estado tentados a llevárnoslas a casa, pero el orgullo y el recato ganan sobre todas las cosas.
2. No poder dejar de bailar cuando por error escuchas unas notas de reggaeton
Confesión personal, amo la canción “Atrévete-te-te” y tengo que admitir que invertí tiempo y sudor en aprendérmela de memoria.
3. Pensar que la comida del avión es un manjar de reyes
He oído a más de una persona decir que les fascina el platillo congelado que otorgan las aerolíneas, pero no lo aceptan para no reflejar un pobre o limitado conocimiento culinario.
4.- Ver adictivamente los reality shows
No sé qué tiene la vida de los demás que se vuelve tan interesante, programas como Temptation Island y Keeping up with the kardashians han hecho que me desvele con tal de saber si la pareja del momento tuvo una pelea alrededor de la caja de cereal o simplemente pasaron un día tranquilo en casa.
5. Obedecer sin duda alguna al “Llame ya”
Estar en cama a las 2:00 a.m. y levantar el teléfono para comprar un “mágico” producto en la televisión es algo que todos hemos hecho. No sé si es la voz del doblaje o el antes y después, pero algo tienen estos infomerciales que te hacen perder el control y comprar un aparato que pica únicamente cebollas cambray.

Tamara 
Coordinadora de moda
Neófitos diseñados
El lunes fue la primera fecha de desfiles de la segunda edición del IDM (Internacional Designers México); como era de esperarse, a la cita acudieron decenas de personas involucradas en la industria de la moda y también otros cientos más que, si bien sus nombres o carreras no figuran de ninguna forma dentro de la industria, fueron a demostrar que están muy empapados de las corrientes y tendencias de moda a través de sus muy ceñidos pantaloncillos, sus vestidos camiseros, su calzado industrial, sus accesorios “vintage” y su arrogante actitud de sommeliers de moda.

En México, se nos ha olvidado o tal vez nunca se ha tenido en cuenta que un desfile de moda es un evento durante el cual un creativo expone sus logros alcanzados durante medio año de trabajo a una serie de compradores, editores, publicistas, reporteros, coordinadores y expertos que harán de sus creaciones objetos de deseo y lucro. Esta última cualidad es la que la mayoría de nuestros diseñadores mexicanos olvidan: tener una marca rentable. Pero, ¿cómo lograrlo si a los desfiles sólo acuden los amigos de los amigos del diseñador o individuos que aprovechan la ocasión para elevar su narcisismo al sentirse importantes por estar en un evento “fashion”? Además, tampoco es que los editores de moda forcejeen y den la vida por una codiciada entrada a alguno de los desfiles de tan creativos y propositivos diseñadores. Los impulsores de la moda están cansados de buscar y encontrar piezas que sólo decepcionan su ya mermada esperanza: atuendos mal confeccionados, telas corrientes y baratas, conceptos trillados, piezas que, pretendiendo ser de diseño, se asemejan más a disfraces de carnaval y, en general, una falta de calidad y visión por parte del creador.
Pero tampoco hay que generalizar, al igual que hay malos, también hay otros muy buenos. Da gusto poder decir que, al parecer, muchos diseñadores han empezado a entender que no sólo basta el ser creativo, sino que, además del talento, hay que considerar nimiedades tan significativas, pero que hacen la diferencia, como una buena confección, un corte preciso, detalles estilizados y un conjunto de atributos que le dan un valor agregado a una simple pieza utilitaria. Si una buena calidad se trabaja en conjunto con la propuesta creativa de una colección, tal vez el resultado, no sólo cumpla con su propósito de agradar a los presentes en su desfile y lograr una ovación, puede atraer nuevamente a los responsables que hacen de la moda un negocio y que una colección luzca fuera de los reflectores de una pasarela y sea apreciada “viva” por las calles de la ciudad.
  
JC ZANCHEZ
Estuve en el programa Mojoe, que conducen Montserrat Olivier y Yolanda Andrade, hablando del Photoshop (el programa se transmitirá el 30 de marzo). Desde luego, el tema principal era el retoque exagerado que algunas veces se hace en las fotografías de moda y publicidad. Yo llevaba un ejemplo de lo que hizo el maestro Bogart, nuestro director de Arte, al que a veces llamamos doctor Frankenstein por su habilidad para crear cuerpos con partes de diferentes fotografías. Se trata de la portada de febrero, en la que aparece esta coqueta mujer semidesnuda y con un brazo cubriéndole el pecho. Esa imagen fue manipulada con el Photoshop. La foto original mostraba a la chica extremadamente delgada y enseñando sus senos. Pero, con su talento de cirujano virtual, Bogart tomó el brazo de otra de las fotos y lo insertó cuidadosamente en un ángulo que ocultara el busto de esa mujer. También le aumentó algunos kilitos, especialmente en la zona de los glúteos, para que luciera saludable y sensual, como sugiere la palabra que cruza horizontalmente la portada. 

En ese mismo número, el de febrero, publicamos un artículo sobre los crímenes que pueden cometerse con Photoshop. Hablamos de las situaciones complicadas que se han desencadenado cuando se abusa de esta herramienta y se deforman las fotos hasta un punto en que las celebridades o modelos quedan como fenómenos o rejuvenecen tres décadas de un jalón.

Todavía recuerdo cuando no había Photoshop y todos teníamos que trabajar intensamente para lograr una foto perfecta. El maquillista no se despegaba de la modelo, opacando brillos. El estilista acomodaba la cabellera sin cesar, el coordinador de moda (ése era mi trabajo entonces) llevaba pinzas, alfileres, hilo y cinta adhesiva para remodelar la ropa sobre el cuerpo de la chica y acomodaba el atuendo en cada movimiento. El fotógrafo, sin embargo, era el que mayor responsabilidad tenía, pues una iluminación deficiente condenaba el esfuerzo de todos al fracaso. Por eso, tomaban unas fotos con Polaroid, para poder valorar si la imagen era adecuada. Por desgracia, el resultado muchas veces difería de esa prueba y hubo varias sesiones de fotografía que nunca se publicaron.

Si bien es cierto que con el Photoshop muchos fotógrafos, estilistas y coordinadores se han relajado hasta el punto de volverse conchudos porque actualmente todo se resuelve, después de la sesión, con el retoque digital. Pero no hay que olvidar que este programa también tiene sus grandes virtudes. A nosotros en INFASHION nos deja darles un poco de curvas a las modelos esqueléticas, modificar imágenes para conseguir una estética más surrealista y hasta pintar sobre las fotos para conferirles un valor artístico. Para nosotros es una herramienta formidable, la cual permite que nuestro equipo de Arte se dé vuelo echando a volar su imaginación y aterrizando su talento.

Lucy Lara
IDM
El primer día de marzo inició International Designers México (IDM) y en Soyinfashionista te vamos a mostrar de qué manera transcurre esta Semana de la Moda, arriba y abajo de la pasarela.
    Cómo visten los editores de moda, las celebridades, los personajes, quiénes integraron el showroom y, finalmente, la pasión y el estrés en el backstage, para dar como resultado los desfiles que tanto disfrutamos ver, así como las tendencias que imperan en nuestro país.
  Espera más posts a lo largo de la semana, en los que te compartiremos el espíritu de la moda en México. 



Alberto F. Villar